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NUTRICIÓN Y PÉRDIDA AUDITIVA

El Dr. Grande Covián, médico y científico español, considerado uno de los padres de la Nutrición, definía la Nutrición como el "conjunto de procesos mediante los cuales el hombre ingiere, absorbe, transforma y utiliza las sustancias que se encuentran en los alimentos".

Todos los nutrientes (hidratos de carbono, proteínas, lípidos, minerales, vitaminas, agua, fibra...) que nuestro organismo necesita se encuentran presentes en los alimentos, por eso se dice que existe una única manera de nutrirse, pero muchas formas de combinar los distintos alimentos en nuestra dieta para obtener estos nutrientes.

Así pues, una adecuada alimentación juega un papel decisivo en la prevención de la malnutrición, en la prevención de numerosas enfermedades y en el mantenimiento de la salud.  

Dieta saludable y variada

En esta línea, se han llevado a cabo numerosos estudios científicos para determinar la influencia de la nutrición en la prevención y desarrollo de muchas enfermedades.

En el artículo que os he preparado, quiero hablaros de una reciente revisión científica publicada en la revista Nutrients, llevada a cabo por investigadores españoles de la Universidad CEU San Pablo (Madrid) en colaboración con el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB), centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El estudio revisa varios estudios centrados en los efectos de los diferentes nutrientes en la función auditiva, en la prevención de la pérdida de audición y en el desarrollo y funcionamiento del oído, entre otros.

Las conclusiones obtenidas sugieren que "el estado nutricional juega un importante papel en el mantenimiento de la capacidad auditiva"

De la revisión científica se desprende que "las dietas ricas en carbohidratos, especialmente dulces y azúcares, y en grasas saturadas, llevaron a un incremento en determinados parámetros analíticos en adultos, quienes mostraron MAYOR RIESGO DE PÉRDIDA DE AUDICIÓN”.

ÁCIDOS GRASOS POLI-INSATURADOS

Con respecto al consumo de lípidos (grasas), se ha estudiado la relación entre el consumo de ácidos grasos poli-insaturados y la pérdida auditiva.

Se sugiere que “la función auditiva mejora con una dieta rica en ácidos grasos poli-insaturados, como los ácidos grasos omega-3”.

Se sugiere que los ácidos grasos omega-3 tienen un importante efecto sobre el estrés oxidativo, así como efectos antiinflamatorios, entre otros, y por tanto, podrían tener un papel clave en la prevención del riesgo de desarrollar pérdida auditiva asociada a la edad (presbiacusia). 

¿DÓNDE ENCONTRAMOS LOS ÁCIDOS GRASOS OMEGA-3 EN LOS ALIMENTOS?

Este tipo de ácidos grasos, se encuentran en los pescados azules, como el salmón, la caballa, sardinas, boquerones…, también en aceites vegetales como el aceite de oliva, y en frutos secos como las nueces o las almendras.

VITAMINAS

“Las vitaminas, tienen efectos potencialmente beneficiosos en la prevención y tratamiento de la pérdida de audición, debido a sus propiedades antioxidantes y su papel clave en el funcionamiento del oído”.

En concreto, los resultados de los estudios epidemiológicos que evalúan el efecto de los micronutrientes (vitaminas, minerales, oligoelementos) nos sugieren que “el consumo de vitamina C, vitamina B12, se asoció con una mejor función auditiva”.

Asimismo, la ingesta adecuada de ácido fólico (vitamina B9) es BENEFICIOSA para la audición, y a su vez, un nivel bajo de ácido fólico aumentó el riesgo de desarrollar pérdida de audición.

¿DÓNDE ENCONTRAMOS ESTAS VITAMINAS EN LOS ALIMENTOS?

- El ácido fólico (vitamina B9) está presente en vegetales de hoja verde, como las espinacas, el brócoli, la lechuga, también en las legumbres, cereales.

- La vitamina C, la encontramos en frutas como los cítricos: naranjas, pomelos, también se encuentra en el kiwi, fresas, en el tomate; y en verduras, como el brócoli, y en hortalizas como el pimiento rojo, pimiento verde…

- La vitamina B12, la encontramos fundamentalmente en alimentos de origen animal, carne, leche y derivados, huevos, pescado.

En resumen, llevar una dieta saludable, equilibrada, variada nos ayudará a cuidar de nuestro organismo y en concreto, a mantener una adecuada función auditiva que contribuya a conservar y mejorar nuestra calidad de vida.